Crisis de Boeing, ¿qué le está pasando al fabricante de aviones?

La situación de crisis de Boeing, el mayor fabricante de aviones del mundo, es la peor de su historia. Sus aviones 737 MAX se encuentran paralizados, sumiendo a la compañía en una profunda crisis internacional, que comenzó como un parón temporal de la flota. Tras casi un año de paralización, esta flota de aeronaves permanece en tierra, provocando una problemática de gran calado no solo para la empresa aeronáutica estadounidense sino para el conjunto de aerolíneas más potentes del mundo.

Entonces, ¿en qué punto se encuentra la empresa ahora mismo? ¿Cómo ha llegado a esta situación? ¿Qué principales consecuencias está teniendo dentro y fuera de Boeing? Hoy arrojamos un poco de luz para entender mejor esta situación de crisis que vive el gigante aeronáutico estadounidense.

¿Cuál es la situación actual de la crisis de Boeing?

Boeing atraviesa una grave crisis tras el veto internacional de su avión estrella, el 737 MAX, tras dos accidentes aéreos que dejaron un total de 346 muertos.

Pero, ¿cómo vuelan los aviones de Boeing? Según las investigaciones, un fallo en el sistema de estabilización de las aeronaves siniestradas fue la principal causa de los accidentes.

Ante una situación que parece no tener una clara solución a la vista, los modelos 737 MAX de Boeing siguen sin tener luz verde para operar, siguen a la espera de recibir de nuevo la autorización, y el gigante estadounidense acumuló pérdidas por valor de 636 millones de dólares (578 millones de euros) en 2019.

Boeing 737 MAX: ¿por qué sigue paralizada toda su flota?

La flota de los 737 Max, el modelo más importante de Boeing, permanece en tierra desde marzo de 2019 tras dos accidentes producidos en Indonesia (octubre de 2018) y Etiopía (marzo de 2019) que dejaron en total 346 fallecidos.

Dos sucesos mortales con pocos meses de diferencia que provocaron una prohibición internacional de vuelo para todos los aparatos 737 MAX.

Esta situación está siendo un gran lastre no solo para Boeing sino para gran parte de la industria aérea mundial, retrasando sus planes y provocando pérdidas millonarias y despidos que ya afectan a algunas aerolíneas como Ryanair. Otros clientes de Boeing como Southwest, Air Canada o China Southern también han visto afectadas sus operaciones y sus planes de crecimiento debido a la paralización de las entregas de los aviones 737 MAX previstas.

Una situación que en el último trimestre podría costar ya a Boeing más de 2.000 millones de dólares en potenciales compensaciones a sus aerolíneas clientes, según las fuentes consultadas.

En cuanto a la fecha para retornar el servicio, las aeronaves de Boeing de este modelo aún esperan la autorización para volar, una luz verde que de momento no llega. La compañía aeronáutica señaló primero que la actividad de estos aviones volvería en el último trimestre de 2019, pero ahora estima que no será hasta mediados de 2020 cuando puedan volver a estar operativos. .

La última crisis de Boeing, la más profunda de su historia

La crisis de los aviones 737 MAX, los que eran su vuelo estrella, ha supuesto para Boeing su peor crisis de su historia reciente. La compañía aeronáutica anunció en enero de este año que cerró el ejercicio de 2019 con pérdidas de 578 millones de euros, su primer resultado anual negativo en décadas.

Otra de las consecuencias directas de esta crisis interna ha sido la salida definitiva de Dennis Muilenburg como consejero delegado de la compañía, a quien ahora sustituye Dave Calhoun, quien aseguró a diversos medios nacionales tras tomar posesión de su cargo que “queda mucho trabajo por hacer”, que el objetivo es ofrecer un servicio con total seguridad y que Boeing cuenta con “la liquidez” suficiente para afrontar “el proceso de recuperación” que tiene por delante.

Como ves, la crisis de Boeing, lejos de remitir, sigue dejando pérdidas y “víctimas” no solo en la compañía estadounidense sino en muchas de sus aerolíneas clientes de todo el mundo. Mientras tanto, Boeing sigue trabajando con las autoridades para corregir estos aparatos, que ya están manchados con un fracaso y una crisis de reputación difícil de recuperar para el fabricante.